El pasado 13 de enero el Boletín Oficial del Estado hizo pública la nueva organización de los departamentos ministeriales del nuevo Gobierno de España. De su análisis se desprende, el papel esencial que se le atribuye a lo digital en el nuevo ejecutivo, que pasa de una Secretaría de Estado en el anterior Ministerio de Economía, a dos secretarías dependientes en el nuevo Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
El área tecnológica pasa a ser responsabilidad de la vicepresidenta tercera Nadia Calviño, que estará al frente del mencionado Ministerio, y será el encargado de realizar las reformas para la mejora de la competitividad en telecomunicaciones y la sociedad de la información, así como la política del Gobierno para la transformación digital y el desarrollo y fomento de la Inteligencia Artificial.
El Ministerio, donde se mantiene la Secretaría de estado de economía y apoyo a la empresa, estará formado por dos Secretarías de Estado ligadas a la tecnología y al desarrollo digital, fruto de la división de las competencias que tenía anteriormente la Secretaría para el Avance Digital que dirigía Francisco Polo; la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial con la empresaria Carmen Artigas al frente y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, dirigida por Roberto Sánchez.
Carmen Artigas es experta en el ámbito del big data y la inteligencia artificial. Por su parte, Roberto Sánchez era hasta hoy director general de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Secretaría de Estado para el Avance Digital.
Como tareas en el horizonte, el Ministerio deberá establecer un marco legal para la Inteligencia Artificial en el que se determinen las líneas maestras sobre la implantación y sobre todo la regulación de esta tecnología. Del mismo modo, se espera también que se haga frente a la Ley de Derechos Digitales, a decidir sobre los impuestos a las multinacionales tecnológicas, la robotización de la industria, la implantación del 5G o la política en materia de ciberseguridad.
Sin embargo, uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el nuevo Ministerio será la aceleración de la transformación digital de la Administración Pública, proyecto con éxito desigual en función de la administración que se analice, y de esta forma impulsar los cambios necesarios para mayor beneficio de los ciudadanos y empresas en su relación con la administración fomentando de esta forma también la transparencia en la gestión pública.
Además, dada la transversalidad de todo lo digital, en particular lo relativo a la sociedad digital, se espera que esta nueva área tenga influencia en las políticas y decisiones de otros ministerios. El Ministerio de Cultura, por ejemplo, será el encargado de abordar la regulación del copyright, Educación atenderá la modernización de los estudios para adaptarse a las nuevas circunstancias digitales e Igualdad impulsará la perspectiva de género en el sector.
El Colegio Oficial de Ingeniería Informática de la Comunitat Valenciana valora positivamente este encaje a alto nivel del proyecto digital común dentro de la composición del nuevo gobierno, largamente solicitado por entidades profesionales y empresariales, y esperamos que este que no sólo con este nuevo organigrama, sino con los medios y recursos necesarios, se logren alcanzar los objetivos propuestos, claves para el desarrollo económico y social de nuestro país en los próximos años.