- Se estima que el número de dispositivos conectados crecerá de 10,3 millones en 2014, a más de 29,5 millones en 2020
- La conducción automatizada, sensores biomédicos y la fabricación inteligencia son algunas de las aplicaciones posibles de estas tecnologías
El Colegio Oficial de Ingenieros en Informática de la C. Valenciana (COIICV) y el Instituto Tecnológico de Informática (ITI) han presentado hoy el libro, “Del Internet de las cosas a los Sistema Ciberfísicos” en el marco de la celebración de la Semana Informática. Se trata de un exhaustivo informe donde se recopila la evolución y tendencias del escenario tecnológico de lo que se conoce como Internet de las Cosas (IoT – Internet of Things) y Sistemas Ciber Físicos (CPS - Cyber Physical Systems), conceptos muy alejados de nuestro vocabulario, pero con aplicaciones muy cercanas a nuestro día.
En la presentación ha participado por parte de ITI, el director científico, José Manuel Bernabéu Auban, y el director de inteligencia estratégica y competitiva, Daniel Sáez Domingo, en nombre del COIICV ha asistido el Presidente, Juan Pablo Peñarrubia Carrión.
En la presentación, Bernabéu ha querido presentar el Informe “como una herramienta útil cuyo objetivo principal sea contribuir a un mayor entendimiento de los retos y grandes oportunidades que esta evolución de los sistemas digitales está poniendo a nuestro alcance”. En términos de impacto, se estima que más de 1,1 millones de personas están trabajando en Europa en el entorno de los CPS, con una inversión acumulada del 2013 al 2020 de más de157.000 millones de euros y 16.000 millones en proyectos de I+D en colaboración.
Peñarrubia por su parte ha querido destacar que “el gran reto está en conciliar las oportunidades de negocio para las empresas y profesionales del sector informático con la necesidad de regular adecuadamente los servicios y actividades informáticas a través de Internet y así proteger los derechos de las personas y la seguridad de las empresas”.
El Internet de las Cosas no es más que la conclusión natural de la tendencia de nuestro mundo actual a la digitalización, donde todo objeto fabricado participa de esta interacción digital, incorporando sensores que nos abren una ventana al entorno físico que los rodea. Según palabras del director científico de ITI “el IoT no sólo abre nuevas ventanas de observación, sino que a través del análisis de los datos que nos proporcionan todos esos sensores repartidos, se pueden planificar una serie de acciones a llevar a cabo sobre el mundo físico”.
Los CPS van más allá del concepto de Internet de las cosas, que trata de objetos individuales ofreciendo servicios a través de internet, ya que se refiere a sistemas de mayor complejidad compuestos a partir de otros sistemas y que son capaces de aprender de las interacciones que tienen con el mundo físico, de forma que convierten los entornos en inteligentes.
La introducción de estos CPS en los entornos los dota de mayor eficiencia y facilidad de uso, así como una mayor capacidad de adaptación, autonomía, escalabilidad, facilidad de mantenimiento y robustez. Además, también proporcionan mayor seguridad, siendo un componente clave en los entornos de seguridad crítica, en los que los sistemas Ciber-Físicos controlan dispositivos que pueden provocar graves daños personales en caso de fallo.
Según Sáez, “se estima que el número de dispositivos conectados, tales como coches, refrigeradores, etc., crecerá de 10,3 millones en 2014 a más de 29,5 millones en 2020”. Y añade que “para que los CPS sean una realidad, todavía existen grandes retos a resolver, principalmente en el ámbito tecnológico, como es el diseño de arquitecturas interoperables, integrables dentro de los nuevos paradigmas de red 5G y el Internet de las Cosas; la autonomía y la cooperación; el desarrollo de plataformas de computación de bajo consumo y el desarrollo de capacidades de adaptación, entre otras”. “Y no solo retos tecnológicos, también se plantean retos económicos, legales y sociales alrededor de los CPS”, concluye Sáez.
En el futuro, los ámbitos de aplicación de los sistemas Ciber-Físicos los encontraremos en el ámbito de la movilidad, coordinando el flujo de tráfico de los vehículos, o la conducción automatizada; la energía, ajustando la oferta y demanda energética en cada momento; la sanidad, a través de sensores biomédicos y soluciones de cuidado de la salud personalizadas; la fabricación, donde la cooperación entre las máquinas de la cadena de producción permitirá una fabricación flexible, personalizada y adaptativa; y la sociedad, ayudando a reducir los costes de operación y mantenimiento de la infraestructura de las ciudades, optimizando el confort y respetando las necesidades de cada ciudadano particular.
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