La crisis sanitaria del COVID-19 y el estado de alarma decretado por el Gobierno español está afectando en gran medida a todas las empresas. Las compañías tecnológicas valencianas también se están viendo afectadas y se han adaptado mucho mejor que la mayoría, con esfuerzo ejemplar y premura, a las nuevas condiciones laborales del teletrabajo para continuar proporcionando el mejor servicios a sus clientes.
Sin embargo, el sector TIC valenciano, tan importante para la resolución de esta crisis sanitaria y para que la economía de nuestra comunidad no se pare, podría verse obligado a realizar reducciones temporales de empleo o a cerrar empresas con menor capacidad financiera y con mayor dependencia del sector público, en el caso de que las administraciones públicas suspendieran las licitaciones, contratos y servicios que tienen en marcha.
La administración debe ser consecuente con esta realidad, y realizar como mínimo el mismo esfuerzo, si no más, que están haciendo las empresas privadas y los profesionales para salir adelante.
Sin embargo, las empresas tecnológicas están desarrollando también un papel esencial en esta complicada situación. Las tecnologías desarrolladas durante años como el Blockchain, la Inteligencia Artificial, la robótica o el Big Data están permitiendo grandes avances en la predicción, control e investigación de la cura de la enfermedad.
Es en estos momentos es cuando se visualiza mucho mejor la importancia del software para adaptarse a las situaciones de cambio con mayor celeridad, y aunque nos pese y tenga que estar condicionado por esta situación sobrevenida, seguro servirá de acicate a todas las empresas y a las propias administraciones para acelerar sus procesos de digitalización. Confiemos en que el buen juicio de todos no destruya en pocos meses lo que cuesta tanto de construir.